miércoles, 22 de diciembre de 2010

Viaje con zoombies

Salí de casa....
No llevo un ipod
Mi celular no tiene música.
Solo soy yo y mi mochila...

Pasa el bus de acercamiento y lo tomo.

En su interior está la gente desfigurada, sin caras, calladas y con el vaho atorado en sus gargantas.
Sus ojos acusan dolor, inseguridad, preocupación y egoísmo, están atrapados en un mundo ajeno.
Sus oídos están bloqueados, tapados con los distintivos audífonos blancos. 
Es curioso, en un mundo en que te prometen diferenciarte al resto solo te ves como ellos mismos.

Sus bocas están cerradas, sus mejillas caídas de atrofia, sus ojos perdidos y con el cristalino resquebrajado,
Mientras yo les miro, me pregunto, 

¿Por qué no estás feliz hoy día?
¿Porqué decidiste tomarte la vida en serio?
¿Porqué es tan importante ser mejor que el resto?
¿Porqué olvidaste lo que es ser un niño?

Termina el viaje y debo bajarme, camino al metro, lento; 
disfruto el día que ha llegado; 
mientras el rebaño se aleja apresurado...
y escucho su silente marcha, inexpresiva, casi como zoombies

No he traido un Ipod...
No tengo música en el celular...
Solo soy yo y mi mochila

He llegado aquí de modesta forma...

a perderme en unos ojos apasionados,
a escuchar al perro ladrar,
a tu amiga reír,
a la gente conversar,
a escuchar "la próxima estación es..."
a empujar puertas de un solo sentido
o a escuchar el bip! al entrar
a subir y bajar escaleras a la marcha impuesta por nuestros pasos
a escuchar al tenor cantar en la entrada a cambio de molido
a leer sobre la charla que me perdí o el concierto que nunca iré
pero por sobre todo estoy aquí para conocerte,

deja el ipod,
silencia el celular
que importa la estación
sentémonos en el piso,
cuéntame como será tu día o como fue el de ayer,

quiero saber....
















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